viernes, 20 de noviembre de 2009

¿ENSEÑAR A PENSAR A NUESTROS ALUMNOS?
Irene Martínez Zarandona
SinopsisSINOPSIS
A través de las técnicas didácticas de una maestra, se ofrecen ideas concretas que ayudan al niño en su desarrollo cognoscitivo.
.....La maestra Jovita salió muy preocupada de la conferencia. El director insistió mucho a los profesores para que asistieran a la plática de actualización porque considera necesario mejorar la educación, aspiración que ella comparte.
.....El conferencista fue muy claro al decirles que, para acceder a una educación de calidad, es necesario enseñar a pensar a los niños. Sus razones son válidas y prometedoras, nadie las cuestionó ni pudo estar en contra. Lo que el experto no dijo es cómo llevar a cabo está inobjetable frase, “enseñar a pensar”.
.....Por eso la maestra Jovita se quedó tan perturbada. ¿Cómo hacerlo? En la Normal de Maestros nunca llevó una materia de “pensamientología”, o “Didáctica para un pensamiento activo”; de hecho, a ella ningún maestro le dio una clase para enseñar a pensar.
.....Tan ensimismada iba en sus preocupaciones, que el camino se le hizo corto y pronto se vio frente a la puerta del salón. Oyó el alboroto de sus 40 alumnos, bueno 39, porque Federico avisó que está enfermo y no vino.

..... Antes de franquear la puerta y ante tanto desorden la maestra Jovita sólo alcanzó a decir: “Aquí quisiera ver al conferencista, que me diga cómo enseñar a esta turba a pensar”. Fue lo último que alcanzó a discernir antes de sumergirse en las aguas turbulentas de su cotidiana docencia, en medio de sus tiburoncitos que tantos dolores de cabeza y satisfacciones le han dado: hay que reconocerlo todo.

.....Porque, si hemos de decir la verdad, la maestra Jovita es profesora por tradición y vocación. Su abuelo fue docente, su madre y su tía también, y ella gustosa aceptó esta profesión y nunca se ha arrepentido. Pero a pesar de esta ya larga tradición familiar, nunca oyó decir que se enseñara a pensar. Tal vez su abuelo que era muy sabio podría decirle cómo, pero desgraciadamente murió hace muchos años.

.....Poco tiempo tuvo para continuar con sus meditaciones, y con voz firme dijo: "Atención todos, a sentarse, saquen su libro de lectura y ábranlo en la página 25. A ver tú, Ramiro: lee en voz alta y acuérdate de hacer buena entonación, para que todos comprendan mejor la lectura. Haz pausas más largas donde veas un punto".
..... Terminada la lectura, como siempre, la maestra Jovita les hizo preguntas para recuperar los datos más relevantes del tema; incluso les ayudó para que subrayaran las ideas claves. Después les pidió sus comentarios acerca de lo que leyeron, incitándolos a reflexionar sobre lo leído. Hizo hincapié en la redacción de algunas frases y mencionó la acentuación de ciertas palabras nuevas, pidiéndole a un alumno que las escribiera en el pizarrón. Y algo que siempre le gustaba mucho a los niños era describir las imágenes del libro, comentarlas y ver su relación con el texto.

.....La maestra Jovita siempre hacía de la lectura diaria una experiencia completa, no importaba que se fuera mucho tiempo. Creía que este ejercicio les daba a los niños el sentido de lo que acababan de leer.

.....Después pasó a revisar la tarea de matemáticas. Como siempre, no se conformó con los resultados correctos sino que los niños, por turnos, tuvieron que explicar su razonamiento acerca de la utilización de esta o aquella operación. Ella siempre preguntaba hasta cerciorarse de que la solución era bien comprendida.
.....También en esta materia la maestra dedicaba mucho tiempo al razonamiento: consideraba que era mejor hacer pocos problemas, pero comprendiendo los pasos que llevan a la solución; en vez de hacer muchos problemas repitiendo mecánicamente las operaciones, sin darle un sentido al ejercicio.

.....La mañana transcurría rápidamente: ese día tenía que asignar tareas y cambiar a los niños que durante la semana habían estado encargados de mantener limpio el pizarrón, regar las plantas, cambiar el agua de la pecera. También relevó al niño que sacaba el bote de la basura y al encargado de recoger los trabajos. Los niños disfrutaban de estas actividades y ella consideraba que responsabilizar a los pequeños era una de las principales metas escolares.
.....Llegó la hora del recreo y el grupo se lanzó al patio donde ella los vio y disfrutó de sus juegos. Pensando ¿cómo hacerlos pensar?
.....Muchas veces la maestra Jovita, al terminar el recreo, le pedía al grupo que comentara ordenadamente lo que había sucedido durante el partido que jugaron. Tenían que describir en el orden original los sucesos y una serie de elementos que al principio recordaban de forma desordenada. Por ejemplo: cómo se desarrolló el partido, quién tiró la bola por primera vez, quiénes cometieron faltas y todos los percances y alegrías que habían vivido. Ésta es una forma de ayudarlos a reconstruir los sucesos, recuperar las experiencias y reconocer sus aciertos y errores. Además esta actividad puede abrirse a la reflexión sobre las dificultades que tienen los historiadores y la necesidad que hay de recurrir a diferentes fuentes.

.....La lección de Ciencias Naturales, que gustaba mucho a los chicos, fue explicada por ella y luego ayudó a los niños a relacionar conceptos y buscar ejemplos más cercanos a su propio hábitat. Generalmente, con los temas de esta materia, les pedía algún trabajo para realizar en casa o en el colegio. Una actividad que incitara a los niños a encontrar posibles razones acerca de por qué se dan los fenómenos (hacer hipótesis) y buscar la comprobación o el rechazo de estas supuestas soluciones. En pocas palabras, realizar ejercicios que les permitieran ver en vivo y en directo cómo opera la naturaleza.

.....De tarea les dejó una actividad, que curiosamente la hacían todos: ver un programa de televisión para comentarlo en grupo. Otras veces les ha sugerido ver una película o los anuncios publicitarios para analizarlos. Ella sabe del gusto que tienen los niños por los medios y su lenguaje audiovisual: por eso aprovecha este interés para hacer de ellos receptores críticos de los mensajes mediáticos.
.....Después de todo, vivimos en un mundo pletórico de imágenes y los niños deben aprender a manejarse entre tanta información y discernir la que les útil .
.....La mañana terminó y la maestra Jovita se sintió cansada pero satisfecha. Su grupo era un buen grupo, se interesaban por todo lo nuevo y ella los hacía reflexionar, razonar, relacionar, reconstruir y responsabilizarse, dándoles a los temas un sentido cercano a su experiencia.

.....Estaba tranquila porque se daba cuenta que sus niños adquirían no sólo conocimientos, sino el gusto por saber. Sinceramente ella creía que sus métodos le habían funcionado bien por muchos años. Pero ahora, ¿cómo iba a hacer ahora para enseñarlos a pensar?

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